viernes, 13 de enero de 2012

Soñando

Hay veces que el mundo me colapsa.
Mi falta de organización, mis malas prioridades y ese meter la pata constante que me define, hoy me llevan al fracaso.
No sé elegir bien, lo llaman la ley de Murphy, yo actuar por impulsos. No pienso friamente, no puedo querer solo un poco, ni odiar demasiado.
No soy de extremos, ni neutral, no tengo un don que me haga destacar, ni una familia que me apoye en todo.
Lucho contra el viento siempre que salgo a pasear y supongo que a estas alturas deberia empezar a disfrutarlo. Pero soy así, complicada, poco especial y con un carro de decepciones que lo arrastro donde vaya.
Creo que si me decepciona el mundo es porque soy demasiado exigente.
Con 25 años a la espalda y ahora me doy cuenta de que nací solo para pasar un rato, para conocer personas y dejarlas marchar, para querer y odiar casi al mismo tiempo.
Sé que he nacido porque es ley de vida y no porque la vida necesite mi ley.
Estoy en un mundo que no amo, pero si amo a algunas personas que están en este mundo.



Dicen que la realidad mata a los soñadores, supongo que por eso no respiro bien desde hace tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario