Seamos sinceros, el amor no esta en el aire, sino en cada una de las personas que supieron reconocerlo. Esta en las manos y en los pies, en cada lágrima rota y en esas mejillas encharcadas.
Con lo años aprendí que siempre se llora por amor: amor a la vida, a la muerte, a alguien querido, pero sobre todo por amor propio. ¿Qué tendremos las personas que nos queremos y odiamos tanto a la vez? Quizás el secreto de la humanidad esté escondido en nuestras propias contradicciones, quizás el único secreto es que no hay secretos
¿Quién sabe y quién decide? Eso da igual ahora, no voy a reflexionar sobre mi camino en la vida porque lo que de verdad nos diferencia a unos de otros son los pasos que damos.
Puedes ir aplastando todo las piedras que te encuentres por el camino o tomar la decisión de aprender a esquivarlas. Tú decides.
