jueves, 25 de noviembre de 2010

25 de Noviembre

Empieza el día, el café me espera en la mesa de la sala junto a un paquete de cigarrillos. Enciendo el primer pitillo doy un sorbo al café y como todas las mañanas me quedo mirando por la ventana .
Mientras, mi mente empieza a buscar los pensamientos. Muevo la pierna derecha sin parar,  pero derepente algo me hace quedarme quieta. Un recuerdo invade mi mente, se me nubla la vista y empiezo a fumar con mas ansiedad. Ha vuelto, mierda lo he vuelto a recordar. Es él, mi amargo recuerdo.

A veces me doy asco, lo reconozco. Me miro al espejo y no se quién soy . Me cuesta respirar por las noches, lo llaman ansiedad, pero yo sé que hasta el oxígeno me esquiva. Tengo las muñecas desgastadas de cortes, no me apetece vivir porque nada tiene sentido, soy una basura, soy la consecuencia de su odio, soy lo que nunca quise ser, no soy nadie. Sé que estoy sola en ésto y tengo miedo. Sé que nada volverá a ser como antes, sé que aunque escape de esta cárcel, acabaré encerrada en otra porque yo no merezco nada mejor.

El recuerdo sigue en mi mente. Enciendo otro cigarro e intento distraerme viendo a unos niños reír mientras juegan con una pelota. Pero entonces vuelve de nuevo el pasado. ¿Y si no hubiese caído por esas escaleras? Ahora sería madre, aunque pensándolo bien ningún niño se merece un padre así y mucho menos una madre tan cobarde. No protegí algo que tendría que amar con locura. El miedo paralizó mis músculos y ahora…Ahora estoy aquí sentada frente a una ventana sintiéndome culpable por perder a un hijo que nunca existió .


Se acercan las 8 de la tarde, está apunto de llegar aunque con suerte se habrá parado en algún burdel y no llegara hasta la madrugada apestando alcohol y dando tumbos. Y digo con suerte porque así probablemente se quede dormido y tendré ago más de tiempo para respirar sin miedo. Se escucha una llave girando y al de poco segundos un portazo. Hoy no tiene buen día. Me pongo nerviosa y es que no sé como actuar. Si le pregunto qué tal el día se lo tomará como un vacile por mi parte, la mujer mantenida ,vaga e inútil de su casa y se pondrá como loco, pero si no le pregunto nada quizás se enfade más porque creerá que no me interesa lo que hace durante el día cuando  él se pasa todo el día trabajando como un negro para que yo este aquí como una “reina”. Se acerca hacia mi, quedan pocos segundos para decidir que hacer. Me sudan las manos ¿Qué hago? .

Voy a encender la tele a ver si me distrae. 25 de Noviembre, día internacional contra el maltrato de género. Todas las cadenas están debatiendo sobre el problema. Expertos que dicen saber del tema no dejan de dar explicaciones a eso que llaman un "problema social". Yo me siento frustrada, con ganas de gritar. Sé que todo ha pasado , sé que por el momento soy libre, al menos hasta dentro de 6 meses que acabe la condena. Entonces yo estaré esperándole, con mis mejores galas, porque sé que vendrá y esta vez no me dejará escapar. La ley lo sabe, quienes lo conocen lo saben, yo lo sé, él lo sabe, pero eso es lo de menos. Al fin y al cabo aún no ha pasado ¿ no?.
 Suena el teléfono:
- Sí, dígame
–hola soy yo, ¿qué tal has empezado la mañana hermanita?
-ya sabes como siempre, pensando en que ponerme…